Barañain
Tras el paréntesis del verano olÃmpico, la carrera hacia la Casa Blanca regresa a la primera lÃnea informativa, cargada de incertidumbre sobre el resultado final. La emoción, de aquà hasta el cuatro de noviembre, está servida. Los momentos estelares de la designación oficial de los candidatos por sus respectivos partidos han servido para vislumbrar algo de la estrategia o el discurso con el que los contendientes van a afrontar el tramo decisivo de una campaña que en realidad (¿quién lo dirÃa tras la larguÃsima batalla de las primarias?) es ahora cuando empieza.
Suele decirse que hay una especie de “coreografÃa polÃtica†tÃpica de las elecciones presidenciales en ese paÃs, según la cual los candidatos demócratas bailan al son de la izquierda durante sus primarias y después buscan el centro con vistas a las generales, mientras que los republicanos hacen el movimiento en sentido inverso. Algo de esto parece que vuelve a darse.