Miguel Sebastián
No resulta extraño escuchar voces que piden la intervención del gobierno para atajar problemas económicos como la escalada de los precios, la caÃda del poder adquisitivo de los salarios o la subida de las hipotecas. Hemos oÃdo a polÃticos “liberales†exigir controles de precios ante la subida de algunos alimentos básicos y hemos visto a presidentes autonómicos “liberales†abrir más canales de televisión pública. También algunos empresarios exigen la intervención pública, las llamadas “ayudasâ€, cuando sus negocios flaquean o sus monopolios peligran. Pero, en general, ha calado en la opinión pública la idea de que el intervencionismo gubernamental en la economÃa no es bueno. Comparto plenamente esta idea y me alegro de vivir en un paÃs donde la gente piensa asÃ. Pero el intervencionismo, como casi todo en economÃa, es un concepto relativo, no absoluto, y la cuestión es si hay ahora más o menos intervencionismo del que habÃa hace 4 años.