¡Por la libertad!

Aitor Riveiro

«Â¿Quién te ha dicho que quiero que conduzcas por mí? Las copas de vino que me tomo, déjeme que las tome tranquilamente; no pongo en riesgo a nadie. A mí no me gusta que me digan ‘no puede ir usted a tanta velocidad’, ‘no puede comer hamburguesas de tanto’ o ‘se le prohíbe beber vino’; déjeme que decida por mí, que en eso consiste la libertad». Quien así habla no es Paco, el borracho desaseado que, acodado en la barra y con un palillo en la boca, arregla el mundo inspirándose en un ‘jotabecola’ mientras desnuda con la mirada a la quinceañera que entra a ver si le dejan comprar tabaco.

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