El dilema de Afganistán

MCEC

¿Nos quedamos y fracasamos con el resto o desertamos de nuestros aliados y nuestras responsabilidades? El reciente fallecimiento de una soldado española en Afganistán ha vuelto a poner sobre el tapete político la conveniencia de incrementar, mantener, reducir o terminar nuestra presencia militar en dicho país. Nuestros soldados fueron allí para contribuir al esfuerzo internacional (ONU, OTAN) de apoyar la normalización política y la reconstrucción física del país tras la caída del régimen talibán, provocada por la ofensiva conjunta de la Alianza del Norte y las tropas americanas en respuesta al 11-S. Las tropas americanas se desplazaron al sur para perseguir a los talibanes huídos por lo que la OTAN aceptó hacerse cargo de la seguridad de Kabul y alrededores, protegiendo así el proceso político -mezcla de tradiciones locales (loya yirga) y estándares internacionales (elecciones)- diseñado por la ONU para constituir un nuevo Estado afgano democrático. En paralelo, la comunidad internacional se volcó en ayuda al desarrollo (Conferencia de Bonn).

Sigue leyendo