GCO
Nadie sabe a ciencia cierta en qué consiste el «socialismo del siglo XXI» que tanto cacarea Hugo Chávez. Sólo una cosa parece clara: Venezuela se dirige directa y sin frenos hacia él. La Bolivariana es una revolución constante y permanente. Chávez, todo un maestro en el manejo de los sÃmbolos, en una de sus múltiples y recientes salidas de tono, y quizás para terminar de desconcertar a los analistas que intentan descifrarle, dijo que él era trotskista. Ni más ni menos que trotskista. Obviamente, no es que siga los designios ideológicos del histórico lÃder bolchevique. Pero sà es cierto que la venezolana es una revolución permanente, una revolución en constante cambio, reinventada con cada nuevo mandato de su singular presidente.Su contundente victoria electoral le permite ahora tomar un nuevo impulso en su proyecto que a veces parece que se improvisa sobre la marcha. Y es que en Venezuela se dan cambios de timón casi a cada minuto.