Aitor Riveiro
La utilización del héroe por parte del Poder no es algo que hayamos inventado en nuestra contemporánea sociedad. Quizá el caso más claro de cómo el Poder se vale de los iconos para perpetuarse está en las iglesias de medio mundo, colgado en el altar, con los brazos en cruz y una corona de espinas.
En los últimos dÃas, tres obras me han llevado a pensar sobre la figura del héroe utilizado: ‘La derrota de ETA. De la primera a la última vÃctima’, imprescindible libro de José MarÃa Calleja e Ignacio Sánchez-Cuenca, ‘Trece entre mil’, brillante documental de Iñaki Arteta, y ‘Banderas de nuestros padres’, la penúltima maravilla (aunque menos) de ese pornógrafo de los sentimientos que es Clint Eastwood.