Ignacio Sánchez-Cuenca
Una de las crÃticas recurrentes a la ley de la memoria histórica (la ley en realidad no menciona en su tÃtulo la memoria histórica, sino la reparación a las vÃctimas de la guerra civil y del franquismo) es que rompe el consenso y enfrenta a los españoles, creando divisiones donde antes no las habÃa. En boca de los crÃticos del Gobierno de ZP, esta ley no es sino un ejemplo más dentro de una lista de iniciativas que arroja por la borda consensos de larga tradición gracias a los cuales los españoles han convivido en paz y han prosperado desde la muerte de Franco.
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