¿Qué es un proceso de paz?

Ignacio Sánchez-CuencaCon este artículo quiero iniciar una serie en la que pueda presentar elementos de reflexión y un poco de perspectiva sobre lo que ha sucedido en nuestro país con el proceso de paz. Puede que la serie se vea interrumpida algún viernes por las urgencias del momento, o porque sea preciso hacer un alto para desarrollar temas pirrónicos, pero mi propósito es poder unir algunas ideas a lo largo de varias semanas. Me parece imprescindible ante las insensateces que se están escribiendo y ante el clima de matonismo verbal que se ha impuesto. Es como si durante tres años muchos hubieran estado aguantando la bilis y ahora la echaran toda fuera. Domina el rencor y el ajuste de cuentas, no la argumentación. Pues bien, para despejar equívocos, no está de más comenzar con un breve repaso sobre lo que es un proceso de paz. Creo que sólo ciertos malentendidos sobre lo que es un proceso de paz explican algunas de las cosas que se están oyendo estos días.   Los procesos de paz (en Irlanda del Norte, Israel, Colombia, Sudáfrica, Sri Lanka, Honduras y muchos otros lugares del mundo) tienen lugar cuando uno o más grupos insurgentes que desafían al Estado aceptan entrar en negociaciones con el Estado para abandonar la violencia. La insurgencia puede ser un grupo guerrillero, que dispone de territorio liberado de facto del control estatal, o un grupo terrorista, que actúa siempre de forma clandestina y opera en territorio enemigo.Sea guerrilla o terrorismo, los procesos de paz tienen lugar si el grupo insurgente cuenta con cierto apoyo popular. Nunca se dan procesos de paz con grupos socialmente aislados (la Baader-Meinhoff, las Brigadas Rojas o el GRAPO).

La dinámica siempre suele ser la misma: se llega a un punto en que el grupo insurgente entiende que no le conviene seguir por la vía armada. El Estado advierte una oportunidad de resolver el problema de la violencia y negocia tanto garantías o beneficios penitenciarios para los insurgentes que empuñan las armas como reglas de juego que permitan que los seguidores de los insurgentes se integren en el sistema.

Las negociaciones sobre cómo conseguir reconducir un movimiento armado hacia el sistema son tan o más importantes que las propias negociaciones sobre presos o entrega de armas. Para que entren en el sistema, el Estado normalmente trata de hacer hueco a los rebeldes y sus seguidores. Si los rebeldes son muy poderosos, hará más hueco. Si lo son menos, tendrá que moverse menos el Estado.

En España un proceso de paz con ETA implica no sólo tratar la cuestión “técnica��? de cuál va a ser el destino de los etarras y qué va a pasar con el armamento, sino también la cuestión más política de qué se puede hacer para conseguir que la izquierda abertzale se integre verdaderamente en las instituciones.

No estoy diciendo que tenga que haber un proceso de paz. Entiendo que haya gente que le parezca que no hay que moverse un milímetro para que los batasunos se integren. Tan sólo digo que si hay proceso de paz, se diseñará “un acuerdo de convivencia��? que induzca a los batasunos actuar de acuerdo con las reglas de juego.

La integración de los seguidores de los insurgentes siempre se hace de la misma forma: se buscan fórmulas de reparto de poder, se dan ciertas garantías a la minoría rebelde de que si se integran se respetarán ciertos límites más allá de lo que pueda establecer una mayoría coyuntural, se hacen concesiones simbólicas, si es un grupo territorial se suele conceder algún grado de autonomía…

En España hay poca cosa que se le pueda ofrecer a ETA/Batasuna para que hagan política: legalizarlos plenamente, darles cierto protagonismo en la elaboración de un nuevo Estatuto de autonomía a través de una mesa de partidos, establecer órganos de cooperación entre la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) y los departamentos del llamado País Vasco francés, explorar la vía constitucional de incorporación de Navarra a la CAV, etc. En cualquier caso, medidas que no revienten la Constitución, puesto que ésta es muy rígida y prevé un procedimiento de reforma muy complejo y costoso.

Dicho esto, lo más importante es subrayar que un proceso de paz no consiste por parte del Estado en verificar si los insurgentes están maduros para abandonar la violencia o no. Si fuera solamente eso, todos los procesos de paz fracasarían. De hecho, lo más normal es que los insurgentes estén dispuestos a abandonar la violencia pero no den el paso por problemas de credibilidad: no se fían de que una vez dejen las armas, el Estado vaya a respetar los acuerdos alcanzados.

Por poner un ejemplo: cuando el IRA rompe la tregua de 1994, lo hace porque el Gobierno conservador de Major exige al IRA que antes de hablar de política entregue las armas. El IRA se niega, alegando que si lo hace queda a merced de lo que decida luego el Estado; como forma de presión, hace estallar el coche bomba de Canary Wharf. Estos problemas de credibilidad suelen resolverse con intervención de terceras partes (mediación internacional). En Irlanda del Norte, el senador norteamericano George Mitchell le dio la razón al IRA y recomendó que las negociaciones políticas y sobre desarme avanzaran en paralelo. Cuando el Gobierno británico de Blair aceptó la recomendación, se consiguió desbloquear el proceso.

En España la fórmula “primero las armas, luego la política��? está muy bien por motivos éticos, pero no resuelve el problema subyacente de credibilidad. Si ETA se disuelve, ¿por qué iba a confiar en que el Estado participe luego en negociaciones políticas con los nacionalistas vascos? Hay estudios comparados y teóricos que demuestran que el principal obstáculo en los procesos de paz son los problemas de credibilidad.

El ejemplo irlandés muestra la simplificación grosera en la que incurren todos aquellos que zanjan la cuestión sobre el proceso de paz diciendo que ETA no estaba madura porque ha roto el alto el fuego. Con los datos que tenemos, no podemos saber si eso es verdad o si ha habido obstáculos propios de los procesos de paz (falta de credibilidad y   confianza ente las partes) que han impedido llegar a un acuerdo.

Pero se puede ir más lejos. Las organizaciones insurgentes (guerrilleras o terroristas) no son entidades monolíticas. Suelen estar internamente divididas entre moderados y radicales (como, por otro lado, sucede en casi todas las organizaciones políticas). No es que la organización esté dispuesta a pasar por el aro o no. Hay una pugna interna y suele ser una cuestión abierta si al final vencerán los moderados o los radicales. Una de las tareas más delicadas de los Estados en los procesos de paz consiste justamente en maniobrar para reforzar a los moderados del bando enemigo y debilitar a los radicales. En el caso español, esto significa, para simplificar, dar pasos que refuercen a Ternera frente al tal Txeroki.

Con estos apuntes tan sólo quiero dar una somera impresión de las complicaciones que entraña un proceso de paz. En próximas entregas discutiré hasta qué punto había buenas razones para abrir un proceso de paz en España, si las partes hicieron todo lo que estaba en su mano para llegar a un acuerdo de fin de la violencia, y si el fracaso del proceso presenta un saldo negativo o positivo. (Perdón por el ladrillo).

21 comentarios en “¿Qué es un proceso de paz?

  1. Felicidades, Ignacio, por tu brillante artículo. Para mí eres uno de los articulistas más lúcidos actualmente sobre el problema vasco.

  2. También quiero felicitarte, ISC, por tu artículo. Es un gran esfuerzo por argumentar, algo que en estos tiempos, se agradece. Es cierto que con el fin del proceso de paz, parece haberse abierto la veda para la revancha. Las tonterías que se han podido decir…
    Admito que uno de los aspectos que menos claro tengo es que la negociación, digamos, «técnica» (situación de los presos, desarme, ect) y la negociación política tengan que ir en paralelo. Seguramente, tal como lo explica ISC, es más que probable que tenga que ser así, pero no deja de ser un aspecto muy delicado.
    El punto más complicado, a mi parecer, es lograr llegar a un acuerdo duradero, que contribuya a curar heridas, sin que los terroristas tengan la impresión de que han ganado, de que, a la larga, ellos tenían razón al emplear la violencia. Supongo que por eso siempre he tenido dudas ante la idea de dos mesas paralelas. El problema no es que defiendan la independencia del País Vasco, o la creación de Euskal Herria. Allá ellos. El problema es que traten de imponer sus tesis por la fuerza de las armas.
    Si se ofrece un nuevo estatuto, habría que tener mucho cuidado en las formas, puesto que se puede correr el riesgo de que se premia a los terroristas por dejar las armas. Y no se trata de premiarles: en realidad es lo que tienen que hacer.
    En fin, son solo reflexiones que se me ocurren a tu estupendo artículo, y es más que probable que me esté columpiando con ellas. En realidad, lo que yo creo es que en estos casos se tienen que hacer mucha pedagogía política, y eso ha faltado en el fracasado proceso. Ha habido mucha proclama simplona, por un lado, y muchos complejos a la hora de explicarse por parte del Gobierno, por otra. Sé que muchas cosas no se pueden decir en un proceso de esta naturaleza, pero incluso eso se podría haber explicado, una y otra vez si era preciso.

  3. Escribo el segundo comentario…
    Muy interesantes vuestras reflexiones sobre los años de la transición. Lo más probable es que la traidora memoria haga que unos vean esos años más endulcorados de lo que fueron, o más terribles de lo que fueron. También depende de la experiencia personal: no es lo mismo haber vivido la transición en Alcegiras, Salamanca, Madrid o San Sebastián. Y no es lo mismo haber militado o no, en un partido político.
    Pienso que, en gran medida, se hizo lo que buenamente se podía hacer. Se llegó mucho más lejos de lo que gentes como Fraga pretendían, aunque no fuera la ruptura preconizada por los partidos de izquierda. No hay que olvidar la amenaza de los militares, amenaza más que real (leáse 23F), y el drama que supuso legalizar al PCE, valiente decisión de Suárez. Y eso sin contar con los terroristas, la ultraderecha…
    Una de las cosas que se no han mencionado ayer, y a la que contribuyó en gran medida el PSOE, es el alejamiento de los militares de la política. Ahora no tienen nada que ver con lo que había antes: se van de misiones internacionales, quién lo iba a decir. Vale, alguno hay que se sale del tiesto, pero el ejército como institución ya no es un problema político y eso sí que es un gran éxito de la democracia.

  4. Mágnifico el artículo de hoy. Sinceramente – y con cariño para el resto de articulistas – el mejor que he leído en DC. Muchas gracias Ignacio.

    Sólo lamento que esto mismo, tal cual, hubiera sido dicho, citado o glosado, siquierea sea someramente, por algún responsable político del Gobierno.

    Hoy hace 30 años de las primeras elecciones democráticas en España después de casi 40 años de dictadura. Creo que ya somos mayorcitos todos para que nos cuenten, de una vez, que los Reyes son los papás.

    Feliz día.

  5. Ignacio Sánchez-Cuenca .
    Gracias por su articulo.
    Solo apuntar que para el partido popular ,el «Pacto por las Libertades y contra el terrorismo» es un acuerdo para no «negociar» mientras ETA empuñe las armas.
    Ellos dicen que no se puede negociar nada porque la historia de cuatro fracasos en negociaciones con una tregua de ETA nos dice que no hay margen constitucional para aceptar ningun postulado indenpendentista….por mucho que podamos La EuskalHerria que ellos tienen en mente pone en duda el estado de derecho de dos estados soberanos como son el frances y el español.(En el caso de Irlanda del Norte los estados Irlandeses y Britanicos no estan en duda)
    Seguramente Francia nunca ha «pensado» que «si ves las barbas de tu vecino afeitar pon las tuyas a remojar»….bueno aunque ahora son conscientes que Europa y concretamente ellos deben de afrontar una amenaza terrorista como la islamista,y seguir siendo refugio de etarras no seria comprendido por la comunidad internacional .
    Asi que por muy chauvinistas que sean los franceses …la soga aprieta.

    En fin , como siempre, si un estado no muestra que se es firme la sociedad le castiga en las urnas…y no es una cuestion de dialogo si o dialogo no.
    Yo sigo pensando que el Gobierno de Zapatero sabe muy bien donde esta el limite…la cuestion es si los que quieren arrebatarle el poder son capaces de darse cuenta de donde esta.

    ¿Como se consigue la CONVIVENCIA?.

  6. Gracias, Profesor. Ya veremos adónde llegamos con su serie: de momento, le confieso cierta inquietud ante sus planteamientos.

    Para mí, el problema radica en que me cuesta intelectualmente admitir la identidad (o la proximidad) entre casos tan dispares como los que le sirven para fundar su reflexión. En mi opinión (que estoy dispuesto a modificar si las sucesivas entregas resultan convincentes), los puntos de partida de las situaciones en Irlanda del Norte, Israel, Colombia, Sudáfrica, Sri Lanka, Honduras y el País Vasco son tan distintos que cualquier «teoría general» queda lastrada de antemano. En la abstracción, claro, se pueden encontrar rasgos comunes a cualquier conflicto humano, desde Caín y Abel hasta Irak; pero no sé si sirve de mucho a efectos prácticos.

    Me temo que para nuestro terrorismo patrio y las posibles vías de abordar su final habría que establecer una categoría nueva. Aquí no hay dos comunidades sectariamente enfrentadas, ni ocupación de un territorio extranjero, ni un estado fallido, ni discriminación racial, ni régimen autoritario, ni subdesarrollo, ni persecución de una minoría. Lo que hay es una sociedad opulenta, libre, autogestionada en el grueso de sus asuntos; un régimen democrático, altamente descentralizado. De ahí la dificultad de trasladar conceptos y mecánicas, porque el Estado, en nuestro caso y como dices, tiene verdaderamente poco espacio para «moverse» con el fin de incorporar a los batasunos (que lo que quieren, precisamente, es «desincorporarse»).

    Yo diría que, en contra de lo que apuntas, no parece que el factor «credibilidad» sea decisivo aquí y ahora. El problema sí que es de inmadurez. Lo que los hechos han demostrado es que desgraciadamente ETA está dirigida por «descerebrados» con los que no puede llegarse a entendimiento alguno desde la vigencia de nuestra Constitución, un dato (como también señalas) hoy por hoy inmodificable de nuestra realidad política.

    Lo dicho: quedo a la espera de futuras entregas.

    Abrazo.

  7. Arouet, es una tentación muy fuerte pensar que nuestros terroristas son más descerebrados que los del país de al lado. Para bien o para mal, son todos bastante parecidos y no creo que tenga mucho sentido contemplar una excepcionalidad vasca. Yo no creo que los problemas de credibilidad que se mencionan en el artículo de hoy afecten a Irlanda del Norte pero no al Pais Vasco. Si te lees las memorias de miembros del IRA, descubres que no son tan diferentes de nuestros etarras: el nivel de burricie es similar. Creo que un análisis que se basa en que un caso es especial frente al resto es un mal análisis.

    La cuestión que plantea Arouet me parece clave: si en otros países se puede entender que los terroristas pidan algo, en el País Vasco no, porque es una región opulenta y sin discriminación política. Por eso mismo, añadiría yo, el nivel de violencia es mucho más bajo, aunque exista. ¿Por qué existe? Pues porque, al margen de la renta per capita, hay unos tipos, con el apoyo del 15 por ciento de los votantes, que no están contentos con eso y quieren la independencia. La independencia es una aspiración máxima, como lo era la reunificación con la República de Irlanda para el IRA. ¿Quiere decir eso que no se puede negociar con ellos? No. Siempre queda un cierto margen entre lo que hay ahora y un poco más (ese poco más tiene que estar dentro de la COnstitución, que es muy difícil de cambiar). ¿Será suficiente ese poco más para integrarles en el sistema? Pues habrá que verlo y negociarlo, cosa que hasta el momento, por lo que sabemos, no ha sucedido.

  8. El saldo del «Proceso» ha sido positivo cientos de etarras detenidos(cupulas y comandos) se estan haciendo grandes avances para neutralizar el aparato internacional.
    Se les ha demostrado a los aberchalaos que ser legales esta en sus manos.

    Y lo mas importante durante todo este tiempo solo han habido tres muertes.
    (La Oposicion dicen que eso es marear a la perdiz)
    Los etarras nos dicen que tienen intencion de seguir matando pero el estado español ha logrado que les cueste mas hacerlo.

    Pues claro que se ha ganado en este Proceso ..SEGURIDAD.

    Claro esta que segun la oposicion el que no haya habido mas muertos es por la debilidad del Gobierno…lo que yo digo «El Mundo al reves».

  9. Queridos amigos y amigas, es necesario echarle un vistazo a esto para confirmar que un buen candidato a la Alcaldía de Madrid ni daba palos de ciego ni estaba interesado en chismes de prensa rosa:

    El sumario del ‘caso Malaya’ destapa presuntas gestiones de la abogada Corulla con Gallardón

    Un imputado en la trama afirma que la letrada habló con el entonces presidente de la Comunidad de Madrid sobre la licencia de rehabilitación de un inmueble

    14-06-2007 CADENA SER

    La abogada Montserrat Corulla, a la que el ex candidato del PSOE a la Alcaldía de Madrid Miguel Sebastián relacionó con el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, aparece citada en las declaraciones de uno de los principales urdidores del caso de la Operación Malaya —la mayor trama de corrupción urbanística en España, destapada en Marbella—.

    Juan Germán Hofma ha declarado sobre su participación en una operación urbanística de un palacio de Madrid junto a Pedro Román, ex número dos del alcalde de Marbella Jesús Gil Román.

    Hofman dice que Román le aseguro entonces que Corulla estaba tramitando la licencia de rehabilitación para ese inmueble y que había hablado de ello con el entonces presidente de la Comunidad de Madrid y hoy alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón.

    En el sumario del juez queda patente la dificultad de éste para seguir el rastro del dinero por los impedimentos de las entidades bancarias para ofrecer información.

    Un abrazo, especialmente para Miguel Sebastián.

  10. ISC
    Tendré paciencia y esperaré con tranquilidad a que llegue el viernes, con el deseo de que no surja nada que retrase su nueva entrega sobre el tema
    Mientras, si dios no lo remedia y es seguro que no lo hará, seguiré escuchando a los ignorantes de las ondas y leyendo a los burros de la prensa, y a que zp reaccione
    El problema de inmadured tambien está en aquellos que piensan que con la eta sólo valen medidas policiales, judiciales.
    Me cansa la frase de que este problema no es comporable con el de Irlanda, pues calro y qué……….

    A Verlas
    Quien me diera que los imbeciles fuesen como tu!!

  11. 10 devagar .
    La reaccion de Zapatero siempre ha estado implicita en los Hechos del Gobierno.
    Cuanta mas algarabia opositora mas LEYES que nos conceden derechos..ahi las tienes puedes escoger.
    Cuanta mas inquina con los sentimientos de las victimas…se detienen comandos listos para matar(antes de el anuncio firmado lor ETA)…ese es un Hecho.
    Cuanto mas desprecio de los populistas a la politica internacional del ejecutivo…mas colaboracion con otros estados y mas respaldo internacional.
    En fin ,cuanto mas votos tiene la Derecha de este pais mas alcaldias ,consells,diputaciones,Comunidades consiguen los socialistas con el acuerdo de otras fuerzas politicas.

    A los populistas no les sirve de nada ganar porque no saben negociar con las minorias.

    Bueno si….Solo hay un nubarron encima de Canarias…pero todos sabemos quienes son Coalicion canaria y El PP de las islas.
    Navarra depende de la generosidad de UPN ,reconociendo que todos los Navarros son iguales ante a ley…en fin que no son mas patriotas por ser «populistas».

    Ya ves Hechos y mas Hechos que son sistematicamente negados y seguiran siendo negados por los PPopulares hasta que consigan recuperar el poder..esos son sus limites.

  12. Al articulista de hoy agradezco muchísimo su elaboración sobre los procesos de paz, teniendo al nuestro pasado como referente. El clima de nuestro país en este tema es tan disparatado que resulta muy útil leer cosas como este artículo, que informa, ilumina y no retuerce la realidad para meterla por el embudo que quiere el informante.

    Y hablando de embutir la realidad donde quieren los informantes, vuelvo aquí a denunciar a El País de hoy (página 22) por la forma tan delicada y oscurantista en que trata el tema Corulla y sus relaciones con nuestro ayuntamiento . Parece ser que sí hay asunto, pero no les interesa airearlo: ¿Porqué? Una vez más queda claro que Gallardón era su candidato y que siguen apostando por él aún a costa de no informar con suficiente claridad y contundencia sobre los chancullos de nuestro alcalde con la tal señora. Seamos vigilantes con este tema y sigámoslo en la prensa. Creo que es muy importante no solo por lo que el hecho significa en sí, sino porque revela que la prensa «progre» es muy selectiva a la hora de denunciar la corrupción. De hecho, de este caso en concreto no sabríamos nada de no ser por la valiente postura de Sebastián que se lanzó a denunciarla sin el apoyo de nadie. ¿ Donde están en España esos peródistas verdaderamente interesados en la verdad? Más bien tenemos los abiertamente interesados en la mentira y los interesados en no arriesgar demasiado para no perder el puesto.

  13. Gracias por el artículo, Proffessore. Una brillante argumentación que arroja luz en todo el ruido de estos tres último años.

    No estoy de acuerdo con el argumento de Arouet (6) de que el caso vasco es distinto al resto del mundo. Aunque, quién sabe, igual Fraga tenía razón con aquello del «Spain is different». Fuera de bromas, si pensamos en todos los casos de terrorismo separatista que existen en el mundo, el que más se parece al caso del ETA es el IRA. Así que puestos a comparar, creo que es la mejor opción. Además, si las ciencias sociales son útiles es porque pueden construir teoría generales que se aplican a casos muy diversos. Detenernos en casos particulares sólo es útil por dos razones: para explicar porqué la teoría general se cumple en todo el mundo excepto en nuestro caso -por lo tanto, sigue habiendo una teoría general- o porque somos historiadores y queremos contar la historieta de nuestro caso particular…. No sé si me explico…..

    Abordando los argumentos del artículo, a mí lo que más me intriga es la idea de los tiempos en el proceso. Negociar cuando las pistolas están calientes da mucho más poder a una de las partes. Es verdad que el Estado tienes a la policía, los jueces, el ejército…. Pero los terroristas no tienen un Estado de Derecho que limita sus decisiones. Es decir, los terroristas pueden ser más bárbaros que el Estado, y eso les da libertad de acción frente a un Estado que tiene leyes y elecciones que le constriñen. Así que no sé muy bien cómo resolver lo de los tiempos sin crearme un dilema moral….

  14. 12 Melinda ..Preguntas:¿ Donde están en España esos peródistas verdaderamente interesados en la verdad?.
    Supongo que un periodico debe saber como «administrar la noticia» para que sea mas efectiva.
    Se dan pequeños datos ,se espera la reaccion…se contradicen estas con mas datos y cuando tome posesion del cargo el Sr Gallardon se pondran los datos mas incriminatorios…pero los tiempos de la justicia son otros y eso lo saben muy bien los «periodistas»…los mas «empollones de la clase» son por supuesto los del periodico «El Mundo» que hacen de ese juego «malabares que buscan la verdad mas escondida».

    Pero muchas veces en vez de periodistas son meros escritores de novela negra que jamas llegaran a la talla de un Fredrick Brown por que no hay humor en sus escritos ,solo miserias periodisticas.

  15. ¿Por que Los «Populistas» no aceptan la palabra «Negociacion»?
    Porque son muchas las características que definen al buen negociador y que lo diferencian del «negociador agresivo» o del mero «vendedor-charlatán». Entre ellas podemos señalar las siguientes:
    Le gusta negociar: la negociación no le asusta, todo lo contrario, la contempla como un desafío, se siente cómodo. Tampoco le asustan las negociaciones complicadas, pueden incluso hasta motivarle más.
    Entusiasta: aborda la negociación con ganas, con ilusión. Aplica todo su entusiasmo y energía en tratar de alcanzar un buen acuerdo.
    Gran comunicador: sabe presentar con claridad su oferta, consigue captar el interés de la otra parte. Se expresa con convicción.
    Persuasivo: sabe convencer, utiliza con cada interlocutor aquellos argumentos que sean más apropiados, los que más le puedan interesar.
    Muy observador: capta el estado de ánimo de la otra parte, cuáles son realmente sus necesidades, qué es lo que espera alcanzar. Detecta su estilo de negociación, sabe «leer» el lenguaje no verbal.
    Psicólogo: capta los rasgos principales de la personalidad del interlocutor así como sus intenciones (si es honesto, riguroso, cumplidor, si es de fiar, si tiene intención real de cerrar un acuerdo, etc.).
    Sociable: una cualidad fundamental de un buen negociador es su facilidad para entablar relaciones personales, su habilidad para romper el hielo, para crear una atmósfera de confianza. Tiene una conversación interesante, animada, variada, oportuna.
    Respetuoso: muestra deferencia hacia su interlocutor, comprende su posición y considera lógico que luche por sus intereses. Su meta es llegar a un acuerdo justo, beneficioso para todos.
    Honesto: negocia de buena fe, no busca engañar a la otra parte, cumple lo acordado.
    Profesional: es una persona capacitada, con gran formación. Prepara con esmero cualquier nueva negociación, no deja nada al azar.
    Detesta la improvisación, la falta de rigor y de seriedad. Conoce con precisión las características de su oferta, cómo compara con la de los competidores, cómo puede satisfacer las necesidades de la otra parte.
    Es meticuloso, recaba toda la información disponible, ensaya con minuciosidad sus presentaciones, define con precisión su estrategia, sus objetivos. Le da mucha importancia a los pequeños detalles.
    Firme, sólido: tiene las ideas muy claras (sabe lo que busca, hasta donde puede ceder, cuáles son los aspectos irrenunciables, etc.). El buen negociador es suave en las formas pero firme en sus ideas (aunque sin llegar a ser inflexible).
    En la negociación no se puede ser blando (se podría pagar muy caro). Esto no implica que haya que ser duro, agresivo o arrogante; lo que si es fundamental es tener las ideas muy claras y el coraje de luchar por ellas.
    Auto confianza: el buen negociador se siente seguro de su posición, no se deja impresionar por la otra parte, no se siente intimidado por el estilo agresivo del oponente. Sabe mantener la calma en situaciones de tensión.
    �gil: capta inmediatamente los puntos de acuerdo y de desacuerdo. Reacciona con rapidez, encuentra soluciones, toma decisiones sobre la marcha, sabe ajustar su posición en función de la nueva información que recibe y de la marcha de la negociación. No deja escapar una oportunidad.
    Resolutivo: busca resultados en el corto plazo, aunque sin precipitarse (sabe que cada negociación lleva su propio tiempo y que hay que respetarlo). Sabe cuales son sus objetivos y se dirige hacia ellos. Los obstáculos están para superarlos, no desiste sin plantear batalla.
    Acepta el riesgo: sabe tomar decisiones con el posible riesgo que conllevan, pero sin ser imprudente (distingue aquellas decisiones más trascendentales que exigen un tiempo de reflexión y que conviene consultar con los niveles superiores de la compañía).
    Paciente: sabe esperar, las operaciones llevan un ritmo que conviene respetar. Uno no debe precipitarse intentando cerrar un acuerdo por miedo a perderlo.
    Creativo: encuentra la manera de superar los obstáculos, «inventa» soluciones novedosas, detecta nuevas áreas de colaboración.
    Por último, es importante resaltar que si bien hay personas con facilidad innata para la negociación, estas aptitudes también se pueden aprender asistiendo a cursos de formación y base de práctica.

    ¿Alguien cree que en las FAES se enseña esta asignatura?…JAJAJA…que nervios.

  16. Bien, Cicuta; entremos al trapo.

    Dices que «es una tentación muy fuerte pensar que nuestros terroristas son más descerebrados que los del país de al lado. Para bien o para mal, son todos bastante parecidos».

    Tu tesis, venerable, me suena, con todos los respetos, a Ã?nsar: todos los terrorismos son iguales, todos los terroristas parecidos. Invoco la autoridad de Permafrost y su reciente aportación en la que se esforzaba por distinguir los «terrorismos». ¿Son verdaderamente iguales Mandela, Arafat, Adams y Ternera? Sí; son bípedos y han utilizado o justificado la violencia para perseguir fines políticos. Pero por mucho que pretendáis encasillarlos en el mismo equipo a efectos académicos, a mí no me encajan.

    Los puntos de partida de los conflictos son enormemente distantes: la «injusticia primigenia» que legitima u origina la «lucha armada» es evidente en el caso del apartheid o de Palestina; discutible para el Ulster; y, en las condiciones actuales, un delirio en el caso vasco. Para el Ulster, el punto de llegada (el acuerdo que ha permitido el final del IRA) ni siquiera alcanza a nuestro punto de partida.

    ¿Se esconden indicios de vida inteligente bajo la boina del zazpiak bat y de la patria abertzale y sozialista? Pues parece que no. Es triste, pero tenemos que admitir que un sector de los vascos se maneja en parámetros de un sectarismo análogo al que mueve a los fanáticos religiosos. Que sea el 15 % de la población no ayuda, pero tampoco quiere decir que tengan razón, o más razón que si fueran el 5 %. Como pasa con los fanatizados por la religión, el diálogo racional con ellos parece imposible.

    Quien opta por la violencia dentro de un sistema democrático que brinda suficientes cauces de participación y expresión (cosa que el nuestro evidentemente hace) opera dentro de una lógica de imposición, no de negociación.

    En fin; no trato de decir que nuestros terroristas son muy malos, sino que me temo que los hechos recientes demuestran que con estos tipos no vamos a poder hallar un punto de encuentro. Por mucho que forcemos la Constitución y por mucho que nos ilusionara el soplagaitas de Otegui («gure Nelson Mandela», hay que joderse), la línea que se ha impuesto evidencia que no les bastará ningún arreglo razonable que el Estado esté en condiciones de ofrecer.

    Así que toca blindarse. Desarticularlos. Ganar las elecciones. Y luego, con otro PP y Txeroki desactivado, exploremos otra vez.

    (Mi total escepticismo, Isidoro, sobre la presunta «utilidad de las ciencias sociales». Y eso de que la teoría general se cumple o, sin cumplirse, existe, me parece flojo; la «teoría general» puede ser una elucubración inútil).

    Abrazos.

  17. Arouet no sólo es un catastrofista: también un oscurantista, por su rechazo visceral a cualquier explicación razonablemente general de los hechos. Retorciendo un argumento bien presentado por Permafrost hace no mucho (no todos los terrorismos son iguales, tienen distintos fines y utilizan distintas tácticas violentas) concluye que es incorrecto supone que todos los terroristas son iguales en cuanto a burricie. Da así un peso tremendo a la personalidad del terrorista. Es decir, cae en el culto a la personalidad del terrorista, una falta que en los buenos tiempos se pagaba con la autocrítica y eventualmente la expulsión. Según Arouet, el problema de ETA es que tenemos los terroristas más cortos de todo el planeta. No parece convincente.

    Se adivina en su comentario otra vía más prometedora: no hay punto posible de encuentro para una negociación. Los españoles preferimos que ETA siga existiendo con tal de no cambiar el orden institucional y ETA prefiere languidecer antes que renunciar a la independencia. Podría ser. Podría ocurrir que a ETA se le haya pasado el arroz: llega demasiado tarde a negociar, cuando son tan débiles y la gente está tan harta que el Estado no tiene margen para moverse ni un milímetro. La reacción ante el caso de Juan es elocuente.

  18. No me seas trilero, Cicuta.

    Si admites que motivaciones y métodos de los terroristas son distintos, también tienes que admitir que la aproximación a ellos por parte del responsable político (o del sedicente «científico social») puede, o debe, ser distinta.

    No se trata de atribuir importancia a la «personalidad» del terrorista (aunque sería tentador explorar la «vía Arzallus»; ¿no tendrá algo que ver en todo esto la endogamia secular y la «pureza genética» que revela la prevalencia del RH negativo y de ciertos rasgos lombrosianos?), sino de reconciliarse con el hecho de que la fabulación nacionalista ha generado en el País Vasco una patología colectiva alucinatoria muy dañina.

    Tienen apoyo social, sí; minoritario, sí; no pueden «ganar una guerra»; tampoco pueden ser erradicados por la fuerza; hay que continuar debilitándolos; dura lex y pacto con los no violentos de su tribu. Parecía que ya estábamos allí, pero no. Cuando terminen de persuadirse, volvamos a intentarlo.

    (Me ha gustado lo del «culto a la personalidad» y la «autocrítica»; arqueología conceptual, y eso que no hace ni treinta años…).

    Abrazos oscurantistas.

  19. ¿Como se pede hacer entrar en razon a un cabezon que cuando no intenta darte de cabezazos se los da en la pared?.
    Como primera medida acolchar las paredes de tal forma que por mucho que intente hacerse daño le sea imposible romperse la crisma.Un buen Estado de Derecho.
    Como segunda precaucion nos ponemos un casco asi el cabezon se hara mas daño que el que pretende hacer.Unas buenas fuerzas de seguridad del estado.
    Y por si estas precauciones no son suficientes y vemos que lo que quieren ahora es cogernos por el cuello deberemos tener a mano una buena motocicleta para salir pitando.Un buen parlamento escogido por el pueblo.
    Claro esta que un tio tan cabezon intente alcanzarnos y salga raudo a alcanzarnos…pero pobrecito cabezon afuera les estamos esperando El Estado de Derecho,Las fuerzas de seguridad del estado,los gobernantes el parlamento y los ciudadanos….
    ¿Cual ha sido la equivocacion del cabezon?.
    Pensar que el acolchado de las paredes,el casco y la moto los pusimos porque nosotros somos debiles.
    ¡Ilusos ,esos descerebrados!.

    Moraleja :¿De que cabezones estoy hablando?

  20. Quiero aplaudir, aunque con un día de retraso, la denuncia presentada ayer por Don Cicuta referente al desamparo de las víctimas de la transición, con las que no hubo «reconocimiento institucional ni reparación moral alguna». ¿Por qué las víctimas de ETA tienen unos privilegios y un status que nunca tuvieron las víctimas de la transición? Arturo Ruiz, el muchacho asesinado en Madrid durante una manifestación pacífica (el ultra argentino Cesarsky estuvo unos días en la cárcel), los de Montrejurra (García Verde, el hopmbre de la gabardina disparó, ¿recordáis?), el muchacho (creo que de Almería y creo que se llamba Enrique) que fue asesinado por la espalda mientras escribía la palabra AMNISTÃ?A pero sólo llegó a escribir AMN, la joven Yolanda González (ultra Hellín fue condenado)… Según don Cicuta, «La ultraderecha asesinó a cerca 70 personas entre 1975 y 1982. En ese mismo período, el GRAPO produjo otras 64 víctimas. Y el Estado mató a unos 140 ciudadanos (excluyendo delincuentes comunes) en manifestaciones, huelgas, controles de carretera, comisarías, etcétera.» Me sorprende que las espeluznantes cifras que ofreció Don Cicuta sólo hayan provocado (entre los blogeros que participaron, ayer, claro) un comentario solidario de Permafrost (yo quería hacerlo ayer, pero tuve que salir y al incorporarme ya se había cerrado la ventanilla; gracias don Cicuta, gracias Permafrost). Sí, debo de ser imbécil (por más que la querida Devagar diga que no lo soy), pues me interesan cosas que a la mayoría parecen serles indiferentes.
    Y cada imbécil con su tema, sigo: ¿Por qué no se atiende/atendió con la misma generosidad a las víctimas de la transición que a las de la AVT (ojo, la T es de terrorismo, no de transición), por ejemplo? Sólo encuentro una explicación: las víctimas de la extrema derecha era unos bolcheviques, unos desmelenados, unos revolucionarios…, o sea, gente peligosa que pedía amnistía, que cantaba con el puño cerrado, que querían una España para todos no sólo para unos pocos…
    Los militantes de la privilegiada, trajeada, ultraderechista y prepotente AVT, con el peluquero Alcaraz al frente, son tan patriotas que al escuchar el himno nacional tienen que hacer esfuerzos para que no se les eleve el brazo derecho para componer el saludo a la romana, son gente de bien que lleva ropa interior limpia y va a misa de doce los domingos…, se comprende que se les mime. Aquellos que gritaban ¡Amnistía! era unos parias, unos descamisados, unos vendepatrias…¡que se jodan!
    Supongo que los familiares de los muertos del Grapo sí gozan de protección oficial por incluidas en el capítulo víctimas del terrorismo.
    Y pongo punto final, porque puede escapárseme alguna barbaridad.

  21. Este artículo de Millás va por Devagar, seguro que le gustará pero sospecho que ya lo ha leído:

    JUAN JOSÉ MILL�S
    Basura

    ETA es a la política lo que Maite Zaldívar a la televisión, en el sentido de que ocupa más espacio del deseable. Curiosamente el encuentro entre Zapatero y Rajoy a propósito de la banda reprodujo los esquemas narrativos de Dolce Vita y demás mierda televisiva. Mariano estuvo comedido porque para continuar cobrando de los programas basura tienes que dejar en el aire algún interrogante. Me acosté con Fulano, sí, pero no les diré si se la chupé hasta después de la publicidad. La entrevista siguió las pautas de un programa amarillo que ha logrado fichar a la Pantoja. Finalizado el espectáculo, Rajoy adoptó un discurso de hombre de Estado como Rocíito adopta a veces un discurso de mujer digna. Ella da todo por sus hijos y él da todo por su España. Chorradas, sí, pero chorradas que logran un seguimiento masivo, perfectamente traducible en euros o en votos, que viene a ser lo mismo. Lo sorprendente es que Moncloa le cediera el plató y las cámaras. Puede argumentarse que el país necesitaba aquella escenificación como necesita el fútbol, lo cual significa que hemos devenido de electores en mera audiencia. El caso es que el folclórico invitado (Rajoy), quizá para calentar el ambiente, había asegurado antes de entrar en el plató que el Gobierno había roto España, que había vendido Navarra, que se había arrodillado ante los terroristas, que había llevado a cabo el atentado del 11-M en connivencia con las fuerzas de seguridad. Había dictaminado que si ETA ponía bombas era porque el Gobierno había cedido y, si no las ponía, también. Había salido en manifestación del brazo de los obispos y demás basca integrista arropado por banderas preconstitucionales. Había jurado que estábamos gobernados por un inconsciente, un inútil, un bobo, un incapaz, un acomplejado, un cobarde, un prepotente, un mentiroso, un inestable, un desleal, un perezoso, un pardillo, un revanchista, un débil, un sectario, un radical, un chisgarabís, un maniobrero, un indecente, un loco, un hooligan, un propagandista, un visionario, un chapucero, un excéntrico, un estafador, un agitador, un fracasado, un mendigo de treguas y un traidor a los muertos, entre otras lindezas, todas documentadas. Aplaudimos su regreso a la cordura como celebraríamos que a Maite Zaldívar le diera de repente por escribir La crítica de la razón pura. Pero el olfato nos dice que no es posible una cosa ni la otra.

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