¡Qué vergüenza y qué peligro!

H2S3

Me tengo por patriota –que no nacionalista- en el sentido de que, sobre todo cuando viajo fuera, me gusta e incluso echo de menos a mi país. Pero hay días en que uno preferiría estar lejos; ya saben, ojos que no ven, corazón que no siente…

Me refiero, como muchos habrán adivinado, a la previsible suspensión hoy del Juez Garzón por parte del Consejo General del Poder Judicial, siete de cuyos miembros perdieron el culo por pedir la convocatoria de un pleno extraordinario en cuanto el ínclito Magistrado del Tribunal Supremo pudo retomar la causa y abrirle juicio oral al juez estrella por excelencia –¿estrellado a partir de hoy?

La fiscalía se opuso en su momento a la investigación de Garzón por los crímenes franquistas y por ello su oposición a su procesamiento por prevaricación es todavía más significativa. Tampoco hace falta ser fiscal para saber a ciencia cierta que los Tratados Internacionales a los que la Constitución da primacía sobre las leyes nacionales, priman sobre la Ley de Amnistía de 1977 en cuanto a la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad y de guerra. Será discutible si la Audiencia Nacional tiene competencia para investigarlos, pero lo que no es de recibo es que Garzón, o cualquiera de los muchos otros jueces que apoyaron y apoyan su interpretación de la doctrina jurídica que permitió superar la ley de punto final argentina, por ejemplo, puedan ser acusados de prevaricadores, es decir, de dictar resoluciones infundadas a sabiendas, o sea, de violar la ley a sabiendas. Repito, la fiscalía que se opuso a la investigación se opone con todavía más vigor a semejante dislate jurídico.

Pero ha dado igual, como también que Garzón finalmente parezca haber hecho caso a los mensajes que le llegaban de altas instancias judiciales sobre la conveniencia de solicitar su traslado: si te vas, venían a decirle, dejarás de estar aforado y por tanto el Supremo perderá la competencia sobre las tres querellas y seguro que su impulso pierde vigor en los tribunales inferiores a los que lleguen…

Garzón ha pedido el traslado finalmente, pero Varela no estaba dispuesto a permitir que pudiera marcharse a la fiscalía del Tribunal Penal Internacional: el traslado solicitado es sólo por siete meses, así que es imperativo conseguir que sea suspendido no vaya a ser que luego se le ocurra volver a su juzgado de instrucción. Lo malo es que la inquina desaforada de este fundador de Jueces para la Democracia e íntimo de Margarita Robles, la vocal “progresista” del CGPJ enemiga acérrima de Garzón, seguramente propiciará que Garzón tenga que quedarse en España, defendiéndose mucho más libremente una vez separado de su función judicial y, más que probablemente, contribuyendo a desgastar al Tribunal Supremo, especialmente si después de conseguida la suspensión, se empeña en condenarle e inhabilitarle por largos años, como parece ser el objetivo último.

Lo de viajar es interesante, bonito y además, instruye. Cuando vas por ahí orgulloso de las cosas de tu país y resulta que fuera te las critican unánimemente, pasa como cuando desprecias a Julio Iglesias o a Raphael y te das cuenta de que, fuera de España, gozan de un prestigio impresionante: te planteas si no será que a los guiris los árboles sí les dejan ver el bosque. Es decir, Julio Iglesias es tonto hasta decir basta y Raphael un numerero, pero los guiris son capaces de apreciar la calidad de sus voces, que a mí los prejuicios no me dejan.

Lo mismo pasa con Garzón. La voz no es su fuerte mientras que su querencia por la visibilidad mediática, siéndolo, no es un punto precisamente a favor. Pero desde fuera, la percepción es que es el juez más valioso que ha producido España, al menos en términos de su contribución a la lucha contra el terrorismo –nacional y global-, el narcotráfico, los dictadores violadores de Derechos Humanos y, también, como no olvidarlo, los crímenes de Estado en su propio país.

Por todo ello, España será de nuevo objeto de escarnio en los próximos días cuando se consume el desatino jurídico. Varela y Robles brindarán con cava, como también Vera y Barrionuevo, mientras que Trillo se pondrá manos a la obra para aprovechar cualquier resquicio para intentar desactivar el caso Gürthel. Cabe decir, por sus enemigos le conoceremos. Pese a sus defectos y errores, prefiero mil veces a Garzón que a los que van a alegrarse de su suspensión, incluso dejando de lado a los etarras, narcos y mafiosos rusos.

Siendo ya enorme, la razón de mi vergüenza es, sin embargo, bastante más amplia. Mientras que Varela se afanaba en culminar su ofensiva, otros magistrados del Supremo rechazaban el miércoles el sobreseimiento del caso contra Camps por los trajes, remitiéndolo de nuevo al Tribunal Superior de Valencia, al que no le queda otra que procesarle. A Rajoy, que pocos días antes había manifestado que le daba igual lo que decidiera la justicia para a continuación desdecirse por imprudente, le ha dado finalmente igual. No importa que el PP siempre haya clamado por la dimisión inmediata de cualquier cargo público socialista que sea procesado y, por supuesto, da completamente igual que Camps haya afirmado haber pagado los trajes y ahora arguya que es absurdo pensar que su Gobierno contratara por valor de varios millones de euros con Gürthel porque le hayan regalado trajes por valor de unos pocos miles de euros. En fin, ya están bajando en las encuestas: Rajoy es el mejor activo de Zapatero…

No voy a entrar en el tema del viraje económico del Gobierno. No estoy de acuerdo con el mismo, fundamentalmente por incoherente: si la receta para salir de la crisis más grave desde la del 29 era la intervención pública para reactivar la inversión y el consumo privados, lo lógico será mantener el timón hasta conseguir el objetivo. Alternativamente, habría sido mejor aplicar la ortodoxia desde el principio dado que su principal virtud es que el ajuste es más traumático pero la recuperación más rápida. Es decir, o 4 millones de parados durante unos años o 6 un año y medio y luego reducimos, pero primero 4 para luego pasar a 5 ó 6 y recuperarnos lentamente parece la peor de las recetas.

Sí, están los mercados y no podemos remar contra el viento internacional. Sí, no podemos no hacer lo que le pedimos, como presidencia de la UE, a Grecia. Sí, no es posible seguir subvencionando con dinero que no se tiene. Pero entonces no es posible tampoco evitar juzgar severamente la falta de previsión del Gobierno que en abril de 2008 tenía que haber sabido que la que se venía encima era de aupa y haber calibrado bien sus fuerzas y concentrarlas en las mejores vías para atajarla.

Decía que no iba a entrar y he entrado, que tire la primera piedra el que nunca se contradice. No podrá ser el Tribunal Constitucional, que cualquier día de estos nos desayuna con la aprobación de una sentencia restrictiva del Estatut que pondría de relieve la deriva no ya política sino partidista de la institución que más objetiva, neutral y cuidadosamente debería comportarse dado su papel de garante de todo el entramado político-jurídico-social que nos gobierna. Ojalá en el último minuto algún magistrado de entre los seis que podrían cometer semejante atentado a nuestra paz social se lo piense un poco y propicie el mal menor de tener que posponer la sentencia hasta después de las elecciones catalanas y la renovación de un tribunal caduco y cada vez más deslegitimado para llevar a cabo su importante labor. Ojalá.

En caso contrario, que dios nos pille confesados: el Gobierno dando bandazos que minan su credibilidad, la oposición defendiendo sin escrúpulos a los criminales y el TC y el TS faltando gravemente a sus obligaciones de independencia y sensatez.

53 comentarios en “¡Qué vergüenza y qué peligro!

  1. Esto hay que mirarlo de otro modo,señores ,sin dar la culpa a quien los puso en el cargo.
    Teoricamente los jueces tiene la suficiente independencia intelectual,para darse cuenta de las consecuencia de sus actos.
    Ahora tenemos cara y nombres de los que no ayudan en nada al desarrollo de nuestras leyes …sean Robles,Varelas o algun juez de Franco.
    ¿Por que no hablamos de los jueces que se han inhibido a la hora de hacer justicia en casos de desaparecidos por la dictadura de Franco?

  2. Señores, esto es la punta de iceberg. Esta punta es la calle Génova y debajo no sabremos nunca lo que hay. El siguiente magistrado que tenga lo que hay que tener ya sabe a lo que se arriesga. Los que han probocado esta crisis son los Gürtelianos y no sabemos en el conjunto nacional lo que han trapicheado con la construcción. Asi nos vemos pero la culpa para Zapatero.
    P.D:

  3. Señores, esto es la punta de iceberg. Esta punta es la calle Génova y debajo no sabremos nunca lo que hay. El siguiente magistrado que tenga lo que hay que tener ya sabe a lo que se arriesga. Los que han probocado esta crisis son los Gürtelianos y no sabemos en el conjunto nacional lo que han trapicheado con la construcción. Asi nos vemos pero la culpa para Zapatero.
    P.D: NOS HAN VISTO CARA DE GILIPOLLAS O QUE?

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